Away ofrece mucho más que maletas. Ofrece, conjuntamente, una marca y una misión que comparte con sus compradores: la hacer un mundo mejor entre todos. Sí, este es el relato que sustenta a una marca de espíritu millennial que conecta con el afán de experiencias de esa generación y con sus ganas de cambiarlo todo sin renunciar a nada.

Hoy tenemos la posibilidad de conectar con personas que se encuentran en el otro extremo del mundo, ya sea en línea o en persona. Vivimos en una era marcada por la hiperconexión. Y no sería improbable tener por la mañana una reunión en Nueva York y, por la noche, ir de copas con amigos en Londres. El mundo nos invita a explorar, es accesible y se comparte con todos. Y esa fue la primera fuente de inspiración para Away.

Esta marca de maletas tiene una visión muy millennial. Su concepción del mundo se debe a las experiencias vividas y por vivir, en conectar con otras personas, explorar y ser libres. También destaca la importancia de devolverle al mundo todo lo que nos brinda, de colaborar para mejorarlo y hacer la diferencia. En este sentido, Away construye un relato poderoso que logra conectar emocionalmente con su público, teniendo en cuenta sus necesidades y expectativas en función del momento de la vida en la que este se encuentra.